Descubre los mejores sabores y experiencias gastronómicas que Vera tiene para ofrecerte. Te invitamos a un viaje delicioso por los platos más auténticos y los lugares con más encanto para disfrutar de la cocina local.
La Torta de Avío es un bocado humilde pero lleno de sabor, con raíces profundas en la gastronomía almeriense. Esta torta de pan, tradicionalmente elaborada con harina, agua, aceite y sal, servía antiguamente como sustento para los viajeros y trabajadores del campo. Su sencillez esconde una textura suave y un sabor reconfortante, a menudo acompañada de productos de la huerta o embutidos.
Los Gurullos con Conejo son un plato emblemático que encapsula la esencia de la cocina casera almeriense. Los gurullos son una pasta de trigo artesanal, similar a pequeños granos de arroz, que se cocinan a fuego lento en un guiso sabroso y aromático con trozos tiernos de conejo, verduras frescas y especias. Es un plato contundente, perfecto para los días más frescos, que te transportará directamente a la tradición culinaria de la región.
El Ajo Colorao es una explosión de sabor y color, un plato frío y refrescante ideal para los calurosos días de Almería. Su base se compone de patatas cocidas, pimiento rojo asado, ajo y aceite de oliva virgen extra, todo machacado hasta obtener una textura cremosa. A menudo se le añade bacalao desmigado o pimientos fritos para realzar su sabor. Es una muestra de la sencillez y el ingenio de la cocina local.
El Guiso de Pelotas es un plato festivo y tradicional, presente en muchas mesas almerienses durante celebraciones y reuniones familiares. Consiste en unas “pelotas” o albóndigas grandes, elaboradas con carne picada (normalmente cerdo o una mezcla), pan rallado, huevo, ajo y perejil, que se cocinan en un guiso espeso con garbanzos, patatas y verduras. Es un plato reconfortante y lleno de sabor, perfecto para compartir.
La Olla de Trigo Almeriense es un guiso robusto y nutritivo, un verdadero clásico de la gastronomía de la provincia. Este plato, de origen humilde, combina trigo tierno con legumbres como garbanzos o judías, y suele incluir carne de cerdo, embutidos y verduras de temporada. Cocinado lentamente, el trigo absorbe los sabores del guiso, creando un plato contundente y lleno de matices que refleja la riqueza de la cocina rural almeriense.
